Tras la controversia, el gobierno abandona el cobro del 1.5% a billeteras electrónicas y promueve una tarifa 0% en tarjetas de crédito y débito
En un giro inesperado, el gobierno colombiano ha decidido abandonar la propuesta de imponer un impuesto del 1,5% a los pagos realizados a través de billeteras digitales, como Nequi y Daviplata. Esta decisión surge tras una serie de críticas y presiones tanto de los usuarios como de expertos en economía. El presidente de la República, Gustavo Petro, anunció que, en lugar de esta medida, el gobierno apostará por una tarifa del 0% para las transacciones realizadas con tarjetas de crédito y débito.
El cambio de postura tiene un impacto directo en el sector financiero, que ya había comenzado a prepararse para la implementación del impuesto a las billeteras digitales. Según varios analistas, la decisión de anular el impuesto a las billeteras digitales se debe en gran medida a la fuerte oposición que generó entre los ciudadanos, que vieron la medida como un obstáculo para el crecimiento de la inclusión financiera en el país.
De acuerdo con los nuevos lineamientos, el gobierno también buscará incentivar el uso de las tarjetas de crédito y débito a través de una serie de beneficios adicionales, como exenciones fiscales y condiciones preferenciales en ciertos comercios. Esta medida tiene como objetivo reducir el uso de efectivo y fomentar la digitalización de la economía nacional, un proceso clave para mejorar la eficiencia financiera.
Sin embargo, expertos señalan que esta decisión puede generar algunos efectos secundarios, como un menor control sobre los pagos digitales y un posible incremento en la evasión fiscal. A pesar de estas advertencias, el gobierno mantiene su postura, argumentando que la medida beneficiará a los ciudadanos de a pie, quienes ahora podrán realizar pagos más baratos y eficientes.
El ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, afirmó que la medida busca aliviar a las clases media y baja, que son las más afectadas por los costos adicionales en los métodos de pago electrónicos. A su vez, destacó que esta decisión no afectará las metas fiscales del gobierno, ya que se continuará con otras estrategias para optimizar la recaudación.
En cuanto a las expectativas del mercado, las reacciones han sido mixtas. Por un lado, las empresas tecnológicas que operan billeteras digitales celebran la decisión, mientras que algunos sectores financieros han expresado inquietud sobre la estabilidad a largo plazo del sistema fiscal.
Este cambio de política financiera podría marcar un hito en la historia de la economía digital en Colombia. Si bien la medida ha sido recibida con entusiasmo por parte de los usuarios y las empresas fintech, también plantea interrogantes sobre los efectos a largo plazo en la recaudación fiscal y en la lucha contra la evasión tributaria. En cualquier caso, la iniciativa forma parte de un esfuerzo más amplio por parte del gobierno de Petro para digitalizar la economía y facilitar el acceso a servicios financieros más inclusivos y transparentes. A medida que la economía digital sigue ganando terreno, será crucial observar cómo evolucionan las políticas fiscales y qué ajustes se realizarán para asegurar un equilibrio entre la inclusión financiera y la sostenibilidad fiscal.
