Una historia de resiliencia, educación flexible y un nuevo rumbo

En Bogotá, la historia de Jonathan Vergara resuena como ejemplo de superación. Este joven de 35 años, que pasó más de seis años viviendo en la calle, logró obtener el mejor puntaje del ICFES en la ciudad, tras superar múltiples obstáculos personales.
Su ingreso al programa de educación flexible CIPREIA de la Secretaría de Integración Social de Bogotá le permitió dejar atrás la vida en la calle y volver a estudiar, recuperando la esperanza de construir un futuro distinto.
Vergara relata que su vida en la calle estuvo marcada por el consumo de sustancias, la pérdida de la familia y un accidente de tránsito que afectó su movilidad, hechos que lo impulsaron a plantearse un cambio profundo.
Gracias al acompañamiento de docentes y al modelo educativo flexible (que inicia con lectura y escritura y culmina con título de bachillerato), logró concentrarse y prepararse para las pruebas del ICFES.
Cuando supo que alcanzó el mejor puntaje en Bogotá, la emoción fue grande: compartió la noticia con su madre y su familia, quienes lo habían visto en su momento más difícil.
Ahora, con el bachillerato en el bolsillo, Jonathan sueña con estudiar algo relacionado con ecología y medio ambiente, y se encuentra en la búsqueda de apoyo para financiar esos estudios.
Su relato aporta una dimensión humana al debate sobre la educación, la inclusión social y las oportunidades en Bogotá: muestra cómo la inversión en programas de reinserción puede dar frutos reales.
La trayectoria de Jonathan Vergara se convierte en un referente para Bogotá: de vivir en la calle a alcanzar el mejor ICFES en la ciudad, demuestra que la educación flexible y el apoyo institucional pueden transformar vidas. Su historia aporta al análisis de políticas de inclusión, educación para adultos y movilidad social en la capital colombiana, invitando a reforzar los programas que permiten dar segundas oportunidades.



