A raíz de un accidente vial en la localidad de Kennedy, un conductor fue ultimado por la comunidad tras embestir a varios motociclistas
La noche del 11 de noviembre se tiñó de violencia en la localidad de Kennedy, al suroccidente de Bogotá, cuando un vehículo tipo camioneta azul circulaba por la avenida Carrera 68 con las Américas en maniobras consideradas peligrosas por testigos.
Según el parte oficial de la Policía Metropolitana de Bogotá, el conductor, presuntamente en estado de embriaguez, arrolló a varios motociclistas e impactó también a un uniformado en motocicleta institucional que participaba en la persecución.
Tras el impacto, los afectados, junto con otros motociclistas y transeúntes, lograron detener al conductor. La comunidad lo retuvo, procedió a golpearlo y lo condujo a un centro médico, donde finalmente falleció por los múltiples traumatismos.
La Policía indicó que se encuentran revisando cámaras de TransMilenio, residenciales y de la institución para identificar a quienes participaron en esta agresión colectiva.
El hecho pone en evidencia dos facetas críticas: la persistente problemática de conducción bajo efectos del alcohol en Bogotá y el recrudecimiento de mecanismos de justicia por mano propia cuando la autoridad no actúa con rapidez suficiente.
Expertos en seguridad vial señalan que, si bien la comunidad se siente desprotegida ante flagrantes delitos viales, la respuesta colectiva —como en este caso— puede generar un ciclo de violencia que socava el Estado de derecho.
Las autoridades hacen un llamado a que las denuncias se realicen mediante vías jurídicas, pero también anuncian que reforzarán la vigilancia en Kennedy y otras zonas con alto tránsito de motocicletas, para evitar que episodios similares se repitan.
Este incidente ocurrido en la avenida Carrera 68 con las Américas, en la localidad de Kennedy (Bogotá) —donde un conductor ebrio embistió a varios motociclistas y fue linchado por la comunidad— subraya la urgencia de estrategias integradas para la movilidad segura y la protección ciudadana en la capital colombiana. La Policía Metropolitana avanza en la investigación, y la ciudad se prepara para reforzar controles de alcoholemia y mecanismos de respuesta rápida. En Bogotá, la prevención vial y la gobernabilidad comunitaria se vuelve imperativa.
