Casi 300 venezolanos regresan en vuelo de EE.UU
Un nuevo vuelo de repatriación procedente de Texas aterrizó este miércoles en el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar de Maiquetía, transportando a 279 ciudadanos venezolanos deportados desde Estados Unidos. Entre los repatriados se encuentran 14 menores de edad, según confirmó el Ministerio de Relaciones Interiores, Justicia y Paz de Venezuela.
La llegada de este grupo de migrantes se produce en un contexto de renovadas tensiones diplomáticas entre Caracas y Washington, marcado por el despliegue militar estadounidense en el Caribe. Las autoridades venezolanas implementaron un protocolo de recepción que incluye entrevistas individuales, atención médica y traslado asistido.
Este vuelo forma parte del programa de repatriación reactivado en febrero de 2025, que ha permitido el retorno de casi 15.000 venezolanos desde territorio estadounidense. El programa se ejecuta bajo un acuerdo de deportación firmado entre ambos gobiernos en enero de este año.
La composición del grupo de repatriados refleja la diversidad demográfica de la migración venezolana. Según el informe oficial, entre las 279 personas se cuentan 218 hombres, 47 mujeres, 3 adolescentes, 3 niños y 8 niñas. Esta distribución evidencia que la deportación afecta a familias completas y no solo a individuos adultos.
El proceso de recepción en Venezuela involucra a múltiples organismos de seguridad del Estado. Funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC), del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN), de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) participan en la operación de llegada.
Los deportados atraviesan lo que las autoridades denominan “túnel migratorio”, un sistema de procesamiento donde cada persona es entrevistada individualmente. Durante estas entrevistas, los funcionarios evalúan la situación particular de cada migrante, recopilando información sobre sus condiciones de salida del país, su experiencia en Estados Unidos y sus necesidades inmediatas.
Posterior a las entrevistas, los repatriados reciben atención médica proporcionada por instituciones gubernamentales. Esta asistencia busca detectar posibles condiciones de salud que requieran tratamiento inmediato, así como garantizar el bienestar general de quienes han atravesado el proceso de deportación.
El programa de repatriación actual representa la reactivación de una iniciativa que había estado suspendida. La reanudación de los vuelos de deportación se hizo posible gracias al acuerdo bilateral firmado en enero de 2025, cuando Venezuela y Estados Unidos, sin relaciones diplomáticas desde 2019, establecieron este mecanismo específico de cooperación migratoria.
Las cifras oficiales del Ministerio del Interior y Justicia de Venezuela indican que desde febrero de este año, aproximadamente 15.000 venezolanos han sido repatriados mediante 77 vuelos. Esta estadística evidencia la magnitud del programa y su ejecución sistemática durante los últimos meses.
El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS) ha sido contactado por medios de comunicación para obtener comentarios sobre este vuelo específico. Hasta el momento, las autoridades estadounidenses no han emitido declaraciones públicas sobre la operación de deportación desde Texas.
La llegada de este vuelo coincide con un momento de especial tensión en las relaciones bilaterales. El reciente arribo del portaviones USS Gerald Ford al Caribe, como parte de un despliegue militar estadounidense iniciado en agosto, ha generado declaraciones encontradas entre ambos gobiernos sobre las verdaderas intenciones del operativo.
Mientras Washington sostiene que su presencia militar busca combatir el narcotráfico en la región, Caracas interpreta el movimiento como una amenaza dirigida contra su gobierno. Esta divergencia de narrativas añade complejidad a un panorama migratorio que continúa siendo uno de los pocos ámbitos de cooperación práctica entre dos naciones sin vínculos diplomáticos formales.






