La Secretaría de Movilidad y el Cuerpo Oficial de Bomberos atendieron decenas de emergencias por inundaciones y caída de árboles en diferentes puntos de Bogotá
Las fuertes lluvias que cayeron sobre Bogotá en la tarde de este viernes volvieron a evidenciar la vulnerabilidad de la ciudad frente a los eventos climáticos extremos. En cuestión de minutos, el aguacero transformó varias vías en verdaderos canales, afectando de forma particular un corredor en el sur de la capital donde los vehículos quedaron prácticamente atrapados en una vía anegada. Los videos difundidos en redes sociales muestran carros, taxis y camiones avanzando con dificultad mientras el agua supera la altura de las llantas y cubre por completo la calzada.
De acuerdo con la Secretaría de Movilidad, uno de los puntos más afectados se registró en la avenida Boyacá, a la altura del botadero Doña Juana, donde el paso de los vehículos se volvió casi imposible. En las imágenes se observa a un taxi amarillo intentando ganar terreno en medio de la corriente, rodeado de carros particulares y vehículos de carga que debieron reducir la velocidad hasta casi detenerse. La vía, que usualmente soporta un alto flujo de tránsito, se convirtió en un río improvisado, generando largas filas y preocupación entre los conductores.
La emergencia no se limitó a este sector. El Cuerpo Oficial de Bomberos de Bogotá reportó múltiples inundaciones en diferentes intersecciones de la ciudad, entre ellas la calle 63 con carrera 59, carrera 23 con calle 63, carrera 24 con calle 63 y varios puntos en el sur como la carrera 12 con calle 71 sur. También se registraron afectaciones en el norte, con problemas en la carrera 72 con calle 181 y en otros tramos donde el agua desbordó el sistema de alcantarillado. Estas situaciones obligaron al despliegue de varias máquinas de bomberos y equipos de emergencia.
El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, informó que las fuertes lluvias de la tarde generaron por lo menos 18 inundaciones y la caída de 12 árboles en distintos sectores de la ciudad. Algunas de estas emergencias se concentraron en corredores estratégicos como la avenida El Dorado con carrera 72 y la avenida Rojas con El Dorado, puntos clave para el acceso al aeropuerto y la conexión con el occidente de la capital. Estas caídas de árboles se sumaron a accidentes registrados en el sistema TransMilenio, lo que agudizó aún más el colapso de la movilidad.
En barrios como Barrios Unidos y Chapinero, las autoridades reportaron un número importante de incidentes, principalmente en vías con alto tráfico y zonas residenciales. Allí, el exceso de agua generó encharcamientos prolongados, filtraciones en algunas viviendas y dificultades para el tránsito de buses, motos y peatones. Los residentes señalaron que, pese a las alertas frecuentes sobre la temporada de lluvias, siguen enfrentando los mismos puntos críticos cada vez que se presenta un aguacero de alta intensidad.
El Instituto Distrital de Gestión de Riesgos y Cambio Climático (Idiger) mantuvo un monitoreo permanente de la situación, coordinando con Bomberos y Movilidad la atención de los puntos de mayor riesgo. Según los primeros reportes, no se registraron personas fallecidas por las inundaciones, aunque sí se presentaron daños materiales en algunos vehículos, retrasos significativos en los desplazamientos y momentos de alta tensión para conductores que quedaron atrapados en medio del agua. Las autoridades insistieron en la importancia de atender los llamados de prevención y evitar utilizar vías reportadas como inundadas.
De cara a los próximos días, las entidades distritales reiteraron que Bogotá atraviesa un periodo de lluvias fuertes y variable, en el que las condiciones pueden cambiar de un cielo despejado a un aguacero en pocos minutos. En ese contexto, hicieron un llamado a la ciudadanía para revisar desagües y tejados en las viviendas, planear con anticipación los recorridos y mantenerse informada a través de los canales oficiales. A su vez, indicaron que continúan los trabajos para mejorar el drenaje en puntos críticos y fortalecer la respuesta ante emergencias climáticas.
Las inundaciones en Bogotá de este viernes, que dejaron vehículos atrapados en la avenida Boyacá y otras vías clave, reavivan el debate sobre la gestión del agua lluvia, la infraestructura de drenaje y los planes de adaptación al cambio climático en la capital. Mientras las autoridades reportan decenas de emergencias atendidas, los ciudadanos piden soluciones de fondo para que cada aguacero no se convierta en un colapso de la movilidad y un riesgo para quienes se desplazan por las calles de Bogotá.






