Metropolitano se consolida como escenario de talla continental
Barranquilla dio este viernes un nuevo paso en su consolidación como capital deportiva del Caribe al ser confirmada como sede de la final única de la Copa Sudamericana 2026. La decisión, adoptada por el Consejo de la Conmebol, convierte al estadio Metropolitano Roberto Meléndez en el primer escenario colombiano que acogerá el partido decisivo del segundo torneo de clubes más importante del continente. El anuncio llega después de varios meses de versiones, gestiones y ajustes en el calendario del organismo rector del fútbol sudamericano.
La confirmación fue hecha por el alcalde de Barranquilla, Alejandro Char, a través de sus redes sociales, donde publicó una foto y un video junto al presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, y al presidente de la Federación Colombiana de Fútbol (FCF), Ramón Jesurún. En el mensaje, el mandatario local celebró lo que calificó como un “voto de confianza” para la ciudad y agradeció el respaldo del máximo organismo del fútbol regional. La publicación fue rápidamente replicada por hinchas, autoridades y referentes del deporte nacional.
El acto de oficialización se realizó en Lima, Perú, en el marco de las actividades relacionadas con la final de la Copa Libertadores 2025. En ese contexto, Char sostuvo una reunión con Domínguez y Jesurún en la que, además de la firma de los documentos, se abordaron los compromisos logísticos, de seguridad e infraestructura que asumirá la ciudad de cara al encuentro de 2026. La capital del Atlántico deberá articular esfuerzos con el Gobierno nacional, la FCF y otros actores para cumplir con los exigentes estándares de Conmebol.
El estadio Metropolitano, inaugurado en 1986 y reconocido como la “casa” de la Selección Colombia en buena parte de las eliminatorias mundialistas, será el epicentro del evento. El escenario, con capacidad superior a los 45.000 espectadores y en proceso de modernización, ya ha albergado partidos de eliminatoria, finales del fútbol colombiano, Copa América y otros torneos internacionales. La Alcaldía y la FCF coinciden en que la final de la Sudamericana se suma a esa trayectoria y refuerza la proyección internacional del estadio.
De acuerdo con las autoridades locales, la designación de Barranquilla como sede ratifica un trabajo de varios años en organización de grandes eventos deportivos y en mejoramiento de la infraestructura urbana. La ciudad fue anfitriona de los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2018 y se postuló para albergar otras competencias internacionales. Aunque finalmente perdió la sede de los Juegos Panamericanos 2027 y se frustró la posibilidad de recibir una carrera de Fórmula 1, la final de la Sudamericana es vista como una reivindicación en materia deportiva.
La FCF, por su parte, resaltó que Colombia se suma así a la lista de países que han recibido finales únicas de torneos de clubes de Conmebol desde que ese formato fue implementado en 2019. Hasta ahora, las definiciones se habían jugado en ciudades como Lima, Montevideo, Córdoba, Buenos Aires y Río de Janeiro. Para el fútbol colombiano, el hecho de que la final se dispute en territorio nacional representa una vitrina para los clubes, los patrocinadores y los jóvenes aficionados que podrán vivir la experiencia de un partido de esta magnitud sin salir del país.
En términos deportivos, la final de la Copa Sudamericana 2026 reunirá a los dos equipos que logren superar las fases de eliminación directa del torneo, que incluye clubes de las diez asociaciones miembro de Conmebol. El partido será de único compromiso y definirá al campeón del certamen, que además obtiene cupo para la Recopa Sudamericana y otros beneficios económicos y deportivos. Con la confirmación de Barranquilla como sede, la organización iniciará un conteo regresivo en el que la planificación, la logística y la coordinación institucional serán claves para el éxito del evento.
A partir de ahora, las miradas estarán puestas en los avances de infraestructura, los planes de movilidad y las estrategias de seguridad que se implementen de aquí a 2026. Para Barranquilla, la final Sudamericana se convierte en una oportunidad para mostrar su capacidad organizativa, fortalecer su marca ciudad y consolidarse como una de las grandes capitales deportivas de la región.
