Precandidatos reaccionan ante alternativa a consulta interpartidista
El abogado Abelardo de la Espriella presentó una propuesta que ha generado diversas reacciones en el panorama político colombiano. La iniciativa consiste en realizar una encuesta entre precandidatos de derecha y centroderecha antes del 10 de diciembre, como alternativa a la consulta interpartidista programada para marzo de 2026.
La sugerencia ha encontrado respaldo de figuras como el expresidente Álvaro Uribe y el senador Efraín Cepeda, quienes valoran la búsqueda de unidad. Sin embargo, sectores como Cambio Radical mantienen su preferencia por la consulta popular, argumentando que ofrece mayor legitimidad democrática.
El debate refleja las tensiones internas que atraviesan los partidos de oposición al gobierno de Gustavo Petro. La decisión sobre el mecanismo a seguir podría definir el futuro de la coalición de cara a las elecciones presidenciales.
De la Espriella presentó su propuesta en una entrevista con la revista Semana, donde detalló los términos de la encuesta. Según el abogado, el mecanismo estaría abierto a todos quienes se identifiquen con la democracia y la institucionalidad, con la única condición de no pertenecer al círculo del presidente Petro ni haber trabajado en su gobierno. La propuesta busca conocer el resultado antes del 10 de diciembre para dar tiempo suficiente a la construcción de una candidatura unificada.
El precandidato argumentó que una encuesta representaría un ahorro significativo para el Estado colombiano al evitar los costos de una consulta interpartidista. Además, señaló que permitiría a aquellos aspirantes sin posibilidades reales de ganar la presidencia enfocarse en buscar curules en el Congreso. Tres firmas encuestadoras colombianas realizarían el estudio, con auditorías y verificaciones para garantizar transparencia y credibilidad en el proceso.
La respuesta más destacada llegó desde el Centro Democrático, donde Álvaro Uribe calificó la iniciativa como “generosa” y muestra de “preocupación de país”. El expresidente enfatizó la necesidad de mantener un diálogo constante entre quienes están comprometidos con la democracia y la libertad para enfrentar lo que describió como “la opción comunista de corte stalinista”. Su posicionamiento marca un tono favorable hacia la búsqueda de mecanismos alternativos de unidad.
Dentro del mismo Centro Democrático, las reacciones fueron variadas pero mayormente positivas. La senadora María Fernanda Cabal manifestó su adhesión a la propuesta, concordando en que Colombia necesita definiciones urgentes. Miguel Uribe Londoño reforzó la necesidad de insistir en un diálogo amplio para encontrar un candidato de consenso. Por su parte, la senadora Paloma Valencia destacó la importancia de que el partido escoja pronto su candidato propio para después construir acuerdos amplios de cara a la consulta de marzo.
El senador conservador Efraín Cepeda se sumó a las voces favorables al describir como “fundamental” reconocer y fortalecer a quienes llaman a la unión con respeto a los procesos internos de cada partido. Cepeda respaldó la exploración de caminos y fechas alternativas que permitan construir lo que denominó “un gran candidato de unidad nacional”. Su posición refleja la apertura de sectores conservadores hacia mecanismos flexibles de construcción de coaliciones.
Desde el Partido Liberal, el senador Mauricio Gómez Amín calificó la propuesta como “bienvenida” pero reafirmó la convicción de su colectividad sobre la importancia de la participación ciudadana directa. Gómez Amín argumentó que la consulta popular de marzo representa la mejor forma de garantizar que los colombianos sean protagonistas y no espectadores del proceso de unidad. Su postura evidencia el dilema entre eficiencia política y legitimidad democrática que atraviesa el debate.
La oposición más contundente provino de Cambio Radical, donde el senador Carlos Abraham Jiménez defendió la consulta como un mecanismo democrático que otorga mayor legitimidad al candidato elegido. Jiménez rebatió el argumento económico al señalar que la consulta no representa gasto adicional porque coincide con la elección del Congreso. En tono más confrontacional, sugirió que la propuesta de encuesta responde al temor de algunos precandidatos ante la eventual candidatura de Germán Vargas Lleras, calificando la iniciativa como una “salida antidemocrática”.
La propuesta de De la Espriella llega en un momento crítico para la oposición colombiana, que esta semana enfrentó dos sacudidas importantes: el aplazamiento de la decisión del Centro Democrático sobre su candidato y los roces internos tanto en el Partido Conservador como en la Fuerza de las Regiones. El debate sobre el mecanismo de selección refleja tensiones más profundas sobre liderazgo, estrategia electoral y la capacidad de construir una coalición cohesionada.
Las próximas semanas serán decisivas para determinar si la oposición opta por una encuesta antes de diciembre, mantiene la consulta de marzo, o explora una fórmula híbrida. La decisión no solo definirá el candidato presidencial, sino también la fortaleza de la coalición de cara a las elecciones de 2026.






