Se integra a la campaña contra el narcotráfico en el Caribe y Pacífico

El USS Gerald R. Ford (CVN-78), el portaaviones más grande y moderno de la Armada estadounidense, entró al área de responsabilidad del Comando Sur y quedó bajo el paraguas operativo de la Cuarta Flota, confirmaron fuentes oficiales. El movimiento consolida a la supernave en aguas del Caribe y refuerza la postura regional de Estados Unidos.
La llegada del Ford se enmarca en la campaña contra el narcotráfico en América Latina, un esfuerzo marítimo y aéreo que busca interdicciones más rápidas y mayor presencia disuasiva en rutas críticas. Se precisó que el despliegue ya se incorporó a los operativos y que la cobertura se ha extendido también al Pacífico.
El grupo de ataque incluye destructores escolta y aeronaves embarcadas; reportes periodísticos señalan capacidades para operaciones con F-35 y aviones de patrulla P-8, activos clave para detección y seguimiento de embarcaciones ilícitas. La combinación de radares embarcados, ala aérea y enlaces con vigilancia regional eleva el alcance de la misión.
La decisión de Washington incrementa la presencia naval en la zona en un contexto de tensión adicional con Venezuela, hecho que varios medios interpretan como una señal de presión política además de la ofensiva antidrogas.
El Ford zarpó desde Europa y completó tránsito hacia el Atlántico occidental antes de ingresar al teatro de operaciones latinoamericano, un reposicionamiento anunciado semanas atrás que ahora se hace efectivo en el Caribe.
El Comando Sur subrayó que la integración del portaaviones al área potencia la capacidad de “detectar, monitorear y perturbar actividades ilícitas”, reforzando patrullajes y cooperación con países aliados.
En la práctica, el arribo habilita operaciones combinadas de vigilancia aérea y de superficie, con respuesta rápida y apoyo logístico a unidades que realizan interdicciones; una señal de que Estados Unidos apuesta por masa crítica para estrechar el cerco marítimo.



