La transición energética en Colombia atraviesa un fracaso
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha solicitado a su equipo de gobierno ser más radical en los esfuerzos por acelerar la transición energética en el país. En una intervención durante la COP30 en Brasil, Petro reconoció que los resultados obtenidos hasta ahora son insatisfactorios y urgió a sus ministros a actuar con mayor firmeza.
El mandatario, consciente de las dificultades, afirmó que el país se enfrenta a un fracaso en este proceso debido a los intereses de los lobbies de los combustibles fósiles, que han frenado las políticas ambientales necesarias.
Gustavo Petro, en su discurso, admitió que, tras décadas de negociaciones, el mundo sigue enfrentando un avance insuficiente en la lucha contra el cambio climático. A pesar de sus esfuerzos y discursos en la COP, los resultados no se corresponden con las expectativas planteadas en cuanto a la reducción de la temperatura global.
En su mensaje a los ministros, Petro fue claro al decir que no hay espacio para tibiezas. Enfrentar el cambio climático requiere decisiones más radicales, y así lo transmitió a su equipo. La meta de reducir la dependencia de los hidrocarburos sigue siendo uno de los pilares fundamentales de su gobierno, aunque los avances en este sentido son limitados.
El presidente también destacó el papel del lobby del petróleo, carbón y gas como principales obstáculos para una transición energética exitosa. Según Petro, estos sectores se han mostrado resistentes a los cambios, priorizando el beneficio económico inmediato sobre la sostenibilidad a largo plazo.
La ciencia, según Petro, demuestra que el planeta se encuentra en una situación crítica, con un aumento de la temperatura global que podría llevar a un colapso climático irreversible. Este escenario, que ya no puede considerarse solo una crisis, representa una amenaza para toda la humanidad.
La intervención de Petro también fue un llamado de atención sobre la responsabilidad de los países desarrollados en este fracaso. En su opinión, el avance lento en la adopción de políticas efectivas contra el cambio climático responde a los intereses de las grandes corporaciones petroleras, que han utilizado su influencia en las negociaciones internacionales.
Además, en su discurso, Petro no solo abordó el fracaso de la transición energética, sino que también manifestó su descontento con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien no participó en la COP30. Este gesto, para Petro, refleja una postura contraria a los esfuerzos globales por mitigar los efectos del cambio climático.
Con 2026 en el horizonte de su mandato, Petro se enfrenta a una carrera contra el tiempo para dejar una huella significativa en la política ambiental de Colombia. Sin embargo, el desafío es mayúsculo, y la presión sobre su gobierno continúa creciendo.
La intervención de Gustavo Petro en la COP30 refleja un claro llamado a la acción urgente. El fracaso de las políticas actuales en materia climática exige un cambio radical en el enfoque de los gobiernos, especialmente en países productores de petróleo como Colombia.
El mandatario colombiano deberá evaluar su estrategia en los últimos meses de su mandato para cumplir con las metas planteadas, enfrentando tanto desafíos internos como externos.
