Múltiples aerolíneas suspenden rutas al país caribeño
La aerolínea española Iberia anunció este sábado 22 de noviembre la cancelación temporal de todos sus vuelos comerciales hacia Venezuela. La medida se implementa tras la alerta emitida por la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos sobre una situación potencialmente peligrosa en el espacio aéreo venezolano. El primer vuelo cancelado estaba programado para el lunes 24 de noviembre.
La decisión de Iberia no es aislada. Otras importantes aerolíneas internacionales como la portuguesa TAP, la colombiana Avianca, la brasileña Gol y la chilena LATAM también han suspendido sus operaciones hacia el país caribeño. Mientras tanto, compañías como Plus Ultra y Air Europa mantienen sus rutas entre Madrid y Caracas.
La FAA advirtió sobre el deterioro de la situación de seguridad y el aumento de la actividad militar en Venezuela, recomendando a los operadores extremar la precaución al sobrevolar la Región de Información de Vuelo de Maiquetía, que corresponde al espacio aéreo controlado por Venezuela e incluye parte del Caribe sur y oriental.
La alerta emitida por la Administración Federal de Aviación estadounidense señala varios factores críticos que justifican las medidas preventivas. Desde septiembre de 2025, se ha registrado un incremento significativo en la actividad militar venezolana, con múltiples ejercicios militares y movilización de miles de efectivos militares y de reserva. Esta situación ha elevado la probabilidad de incidentes que podrían afectar la aviación civil.
Las aeronaves civiles que han transitado recientemente por el espacio aéreo venezolano han reportado interferencias en el Sistema Global de Navegación por Satélite. Estos problemas técnicos han provocado, en algunos casos, efectos persistentes durante todo el vuelo. Los inhibidores y suplantadores de GNSS pueden afectar aeronaves hasta 250 millas náuticas de distancia.
Estas interferencias representan un riesgo considerable, ya que pueden comprometer múltiples sistemas críticos de las aeronaves. Los equipos de comunicación, navegación, vigilancia y seguridad a bordo podrían verse afectados simultáneamente, poniendo en peligro la operación segura de los vuelos comerciales.
La FAA también ha destacado las capacidades militares avanzadas de Venezuela. Las fuerzas armadas del país sudamericano poseen aviones de combate modernos y sistemas de defensa aérea terrestre capaces de alcanzar o superar las altitudes de operación de las aeronaves civiles. Aunque no hay evidencia de intención de atacar deliberadamente a aviones civiles, el organismo advierte sobre el riesgo potencial de incidentes accidentales.
El contexto de esta situación se enmarca en el despliegue militar estadounidense en la región del Caribe. La operación ‘Lanza del Sur’ incluye la presencia del portaaviones USS Gerald Ford, el más grande y avanzado de la Armada estadounidense. Esta presencia militar busca aumentar la presión sobre el gobierno de Nicolás Maduro.
La administración del presidente Donald Trump ha intensificado sus acciones contra Venezuela. El Departamento de Estado tiene previsto designar al Cártel de los Soles como una Organización Terrorista Extranjera con efecto a partir del 24 de noviembre. Esta organización, según Estados Unidos, está liderada por Nicolás Maduro y otros altos cargos del gobierno venezolano.
La Asociación de Líneas Aéreas de Venezuela señaló que los vuelos comerciales internacionales podrían verse afectados por actividades ajenas a la aviación civil que se están realizando en el espacio aéreo venezolano. Esta declaración reconoce implícitamente las tensiones militares que rodean la situación.
Iberia ha confirmado que continuará evaluando la situación en Venezuela para determinar cuándo será seguro retomar sus operaciones. La compañía adoptó esta decisión en consonancia con lo que están haciendo otras aerolíneas internacionales, priorizando la seguridad de pasajeros y tripulaciones. No se ha establecido una fecha específica para la reanudación de los vuelos.
La FAA ha asegurado que mantendrá la vigilancia constante en la región y tomará las medidas necesarias para garantizar la seguridad operacional. La situación actual recuerda episodios pasados como el derribo del vuelo MH17 de Malaysia Airlines sobre Ucrania en 2014, donde murieron 298 personas, un precedente que refuerza la necesidad de extremar las precauciones en zonas de conflicto o alta tensión militar.
