Propuesta en cumbre de la Celac
En un pronunciamiento durante la Cumbre de la Celac en Santa Marta, el presidente Gustavo Petro aseguró que habló personalmente con Álvaro Uribe y le propuso que ambos se presenten ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP). La frase “hermano, vamos a la JEP ambos” generó un impacto político inmediato y abrió una nueva discusión sobre verdad, justicia y reconciliación.
El mensaje se dio en medio de un clima de tensiones judiciales y debates institucionales alrededor del expresidente. Petro afirmó que prioriza la verdad y manifestó interés en “cuidar” a Uribe, su familia y sus bienes, subrayando que “no me interesa que lo juzguen afuera”.
La JEP es el tribunal de justicia transicional creado por el Acuerdo de Paz, orientado a verdad, reparación y no repetición. La invitación presidencial ocurre tras recientes decisiones judiciales que fortalecieron políticamente a Uribe de cara a 2026, según análisis de prensa.
La propuesta desató un debate jurídico: expertos recuerdan que la comparecencia ante la JEP tiene reglas específicas y no todos los actores pueden acudir a esa jurisdicción.
La escena de Santa Marta convirtió el foro regional en un escenario de gestos internos de alto impacto simbólico. En paralelo, la relación Petro–Uribe sigue siendo un eje central de la conversación pública y electoral en Colombia.
Las reacciones políticas quedaron divididas entre quienes vieron un gesto de reconciliación y quienes lo interpretaron como un movimiento estratégico.
La propuesta presidencial abre una ventana para discutir verdad y responsabilidades en el conflicto, pero su viabilidad jurídica y sus efectos políticos serán puestos a prueba en las próximas semanas. La JEP y los órganos de justicia seguirán en el centro del debate.





