Migración Colombia ubicó a 17 menores y nueve adultos de la comunidad Lev Tahor en un hotel de Yarumal, Antioquia
Las autoridades migratorias y de protección a la niñez de Colombia rescataron a 17 menores de edad vinculados a la comunidad religiosa Lev Tahor durante un operativo realizado en un hotel de Yarumal, municipio del norte de Antioquia. De acuerdo con Migración Colombia, en el lugar se encontraba también un grupo de nueve adultos extranjeros que había ingresado recientemente al país y que estaba buscando una finca en zona rural para asentarse de manera permanente. La inspección se activó tras reportes de habitantes del municipio, que alertaron sobre la presencia de una comunidad cerrada, de vestimenta particular y con antecedentes polémicos en otros países.
En el grupo de menores rescatados se identificaron cinco niños con notificaciones amarillas de Interpol, el mecanismo internacional que se utiliza para advertir sobre personas desaparecidas o posibles víctimas de secuestro o sustracción parental. Las autoridades colombianas verificaron en el terreno la documentación de cada niño y cruzaron la información con los listados de alertas emitidos por otros países, lo que permitió corroborar que algunos de ellos eran buscados fuera de Colombia por decisiones de jueces y agencias de protección infantil.
Tras la inspección, Migración Colombia decidió trasladar a los 17 menores a entidades de protección especializadas, donde se evaluará su situación individual, su estado de salud y las eventuales medidas de restablecimiento de derechos. Mientras tanto, los nueve adultos permanecen bajo supervisión administrativa y podrían enfrentar procesos de deportación, debido a que en Colombia no existen órdenes de captura vigentes en su contra, pero sí peticiones de cooperación internacional y antecedentes de investigaciones por presuntos abusos cometidos en otros territorios.
Lev Tahor, cuyo nombre en hebreo significa “corazón puro”, es un grupo religioso extremista fundado en 1988 por el rabino Shlomo Helbrans. A lo largo de las últimas décadas la comunidad ha cambiado de residencia en múltiples ocasiones, pasando por Israel, Estados Unidos, Canadá, Guatemala, México y países de Europa del Este. Estos desplazamientos frecuentes han coincidido con procesos de investigación y disputas legales sobre las prácticas internas de la organización y la situación de los niños que crecen en su entorno cerrado.
En varios de esos países, autoridades judiciales y de protección infantil han señalado a Lev Tahor de promover una interpretación radical de la ley religiosa, con matrimonios arreglados a edades tempranas, educación limitada para los menores y un régimen de vida sumamente aislado. Operativos recientes en Guatemala y México derivaron en el rescate de decenas de niños y en detenciones de algunos de sus líderes por cargos relacionados con trata de personas, abusos sexuales y secuestro. Los voceros del grupo han negado sistemáticamente las acusaciones y se presentan como víctimas de persecución religiosa, lo que ha intensificado la controversia internacional.
En el caso colombiano, las primeras informaciones apuntan a que la comunidad llegó al país a finales de octubre y se instaló de manera discreta en Yarumal mientras buscaba un predio rural en Antioquia para establecer una nueva base. La rápida reacción de Migración Colombia, apoyada por la Policía y autoridades locales, permitió intervenir cuando aún se encontraban en un hotel, lo que evitó la necesidad de una orden de allanamiento a una propiedad privada y facilitó el traslado inmediato de los menores a espacios de protección.
La comunidad judía establecida en Colombia ha dejado claro que no tiene ninguna relación con Lev Tahor y ha manifestado su respaldo a las acciones de las autoridades para garantizar la seguridad y los derechos de los niños. Organizaciones de la sociedad civil en Antioquia han pedido que el manejo del caso tenga un enfoque respetuoso de la libertad religiosa, pero contundente frente a cualquier señal de abuso o vulneración de la niñez, en un debate que apenas comienza en el país sobre cómo actuar ante grupos cerrados o itinerantes con antecedentes polémicos en el exterior.
El operativo en Yarumal abre un nuevo capítulo en la historia de Lev Tahor y pone a Colombia en el mapa de países que han debido enfrentar la presencia de esta comunidad extremista. Mientras la justicia define si los adultos serán deportados y los equipos psicosociales evalúan el futuro de los 17 menores rescatados, el caso se convierte en un referente para las políticas de migración, niñez y libertad religiosa en Antioquia y en todo el territorio nacional.
