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Rusa extorsionaba empresas desde mansión en Antioquia

Cobros millonarios en criptomonedas a nivel internacional

Una ciudadana rusa y su pareja colombiana fueron capturados en una mansión de Llanogrande, Rionegro, señalados como cabecillas de una red transnacional de extorsión a empresarios. Julia Maydankina y Hugo Ernesto Romero Páez operaban desde una lujosa residencia en un exclusivo condominio antioqueño, donde coordinaban cobros millonarios mediante criptomonedas.

La operación, ejecutada por la Cuarta Brigada del Ejército y el CTI de la Fiscalía, logró desarticular un esquema criminal que afectaba rentas ilegales por más de 25 millones de dólares. Los capturados accedían irregularmente a información privilegiada de clientes de plataformas digitales, la cual utilizaban para extorsionar empresarios en Colombia, Venezuela, España y otros países.

Durante al menos dos años, la pareja habría exigido entre el 20 y 50 por ciento de los ingresos mensuales de sus víctimas a cambio de no divulgar datos confidenciales. Los pagos se realizaban exclusivamente en criptomonedas a través de plataformas como Binance para evitar rastreos.

Julia Maydankina, quien portaba cédula de ciudadanía colombiana, se presentaba ante sus vecinos y conocidos como una exitosa empresaria del sector de cosméticos. Aseguraba tener inversiones en una inmobiliaria y un call center, además de múltiples propiedades en la región. Sin embargo, información de autoridades de al menos tres países la identificaban como el eslabón principal de una sofisticada red criminal transnacional.

Hugo Ernesto Romero Páez, de 35 años y oriundo de Bogotá, fungía como el operador directo de las extorsiones. Utilizando la información privilegiada obtenida por su pareja, contactaba a empresarios y usuarios afiliados a plataformas digitales para exigirles sumas millonarias. La amenaza era clara: pagar o ver expuesta información confidencial que podría comprometer sus negocios y reputación.

El modus operandi de la red criminal era meticuloso. Maydankina se habría aliado con terceros para acceder a bases de datos y información sensible de clientes. Esta información era procesada y seleccionada para identificar objetivos con mayor capacidad económica. Posteriormente, Romero iniciaba el proceso de extorsión mediante comunicaciones directas con las víctimas.

Los investigadores establecieron que las extorsiones se ejecutaron entre 2021 y 2023, con víctimas en múltiples países. Los pagos se exigían exclusivamente en criptomonedas para dificultar el rastreo de los flujos financieros. Esta estrategia permitió a la red operar durante años sin levantar sospechas inmediatas en el sistema financiero tradicional.

Los registros públicos revelan que Romero aparece vinculado a varios negocios. En noviembre de 2017 abrió una matrícula en Bogotá para consultoría informática y administración de instalaciones informáticas. En sus redes sociales se presentaba como desarrollador inmobiliario y experto en negocios digitales, perfil que utilizaba para proyectar una imagen de empresario legítimo.

Además, Romero figura como socio de la firma R&R Grupo Inmobiliario e Inversiones SAS, con sede en Bogotá. La inmobiliaria registra propiedades en Concepción, Antioquia, el sur de Medellín y el centro de Bogotá. Por su parte, Maydankina aparece como dueña de un lote en la parcelación Colinas de Paimado, en Rionegro, desde 2014, donde presuntamente se construyó la lujosa mansión desde la cual operaban.

La pareja proyectaba una imagen de éxito empresarial. En declaraciones a través de redes sociales, Maydankina afirmaba: “Junto con mi esposo tenemos una constructora, construimos unos edificios con apartamentos maravillosos destinados a la renta corta”. Esta fachada de legitimidad les permitió moverse sin restricciones en círculos empresariales y residenciales de alto nivel en Antioquia y Bogotá.

A los capturados se les imputarán los delitos de concierto para delinquir con fines de extorsión agravada, extorsión, utilización indebida de información privilegiada y acceso abusivo a un sistema informático. Las autoridades continúan investigando la posible participación de más extranjeros en Colombia vinculados al esquema criminal.

Los investigadores también buscan establecer si los negocios inmobiliarios y empresariales de la pareja fueron constituidos con dineros provenientes de la actividad criminal. El caso evidencia la creciente sofisticación de las redes delictivas que utilizan criptomonedas y tecnología para operar a nivel transnacional, desafiando los sistemas tradicionales de investigación y control financiero.

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