El hombre fue atacado dentro de un vehículo de alta gama en la carrera 77 con calle 60; una mujer que lo acompañaba también resultó lesionada
Un nuevo hecho de violencia conmocionó en la noche reciente al occidente de Medellín, cuando un sobrino del exjefe paramilitar Ramiro “Cuco” Vanoy fue atacado a tiros mientras se desplazaba en un vehículo de alta gama por el barrio La Iguaná, en el noroccidente de la ciudad. De acuerdo con información preliminar de las autoridades, hombres armados que se movilizaban en una motocicleta se acercaron al automotor y dispararon en múltiples ocasiones contra el conductor, identificado como Mauricio Vanoy Bohórquez, de 42 años, dejándolo gravemente herido y generando alarma entre los residentes de este corredor vial que conecta sectores como La Minorista y Robledo.
El ataque se registró hacia las 9:21 de la noche, a la altura de la carrera 77 con calle 60, una zona donde a esa hora todavía circulan vehículos particulares y de servicio público. Según versiones entregadas por testigos, los sicarios aprovecharon un momento de reducción de velocidad para ubicarse al lado del carro y disparar directamente hacia la ventanilla del conductor. La escena obligó al cierre parcial de la vía mientras unidades policiales y de socorro llegaban al lugar para atender a las víctimas y asegurar los primeros elementos materiales probatorios que permitan reconstruir la secuencia de los hechos.
En el asiento del copiloto viajaba una mujer, cuya identidad no fue revelada por las autoridades, quien también resultó afectada en medio de la balacera. Uno de los proyectiles impactó su mandíbula, por lo que tuvo que ser asistida de inmediato por personal de salud y trasladada junto con Vanoy Bohórquez al Hospital Pablo Tobón Uribe, en la zona de Robledo. De acuerdo con la información oficial, la mujer fue estabilizada y dada de alta horas más tarde, mientras que el sobrino del exparamilitar permanece en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) debido a la gravedad de las heridas recibidas en la cabeza.
Tras la huida de los agresores, el dispositivo de reacción policial se extendió desde La Iguaná hasta la comuna 13, especialmente hacia el barrio Betania y el sector conocido como Guayaquilito, donde finalmente fue ubicada la motocicleta en la que se desplazaban los presuntos sicarios. Ese hallazgo se convirtió en una de las primeras pistas materiales de la investigación, pues sobre el vehículo reposan ahora las labores de inspección técnica, búsqueda de huellas, rastros biológicos y verificación de antecedentes que puedan ayudar a identificar a los responsables.
Paralelo a la reconstrucción del ataque, las autoridades avanzan en el análisis del contexto personal y judicial de la víctima, así como de su entorno económico y familiar. Fuentes del caso señalan que Vanoy Bohórquez tendría antecedentes por concierto para delinquir desde julio de 2016 y un proceso por demanda de alimentos, además de una investigación en curso por presunto lavado de activos. De igual forma, se investiga su relación con actividades mineras en el Bajo Cauca antioqueño, región donde históricamente operó el Bloque Mineros de las autodefensas, estructura de la que en el pasado habría hecho parte y de la cual se desmovilizó.
El episodio también reaviva el historial de hechos violentos contra la familia del exjefe paramilitar Ramiro Vanoy Bohórquez, quien fue fundador del Bloque Mineros y hoy cumple una condena de 24 años de prisión en Estados Unidos por delitos relacionados con homicidios y narcotráfico. En los últimos años, otros familiares suyos han sido asesinados o atacados en distintos municipios del país, por lo que investigadores no descartan que se trate de una nueva arremetida contra ese núcleo familiar o de retaliaciones en medio de disputas criminales en Antioquia y Cundinamarca.
En Medellín, este nuevo ataque se suma a una serie de hechos de violencia selectiva que impactan la percepción de seguridad en sectores como La Iguaná, la comuna 7 y zonas vecinas de la comuna 13, donde conviven problemas de orden público, economías ilegales y proyectos de renovación urbana. Las autoridades locales insistieron en que continúan las labores de patrullaje, análisis de cámaras de seguridad y trabajo con la comunidad para obtener información que permita esclarecer lo ocurrido, al tiempo que invitaron a los habitantes a denunciar posibles amenazas o movimientos sospechosos que puedan derivar en nuevos ataques.
El caso del sobrino de “Cuco” Vanoy baleado en La Iguaná refuerza la preocupación por la seguridad en Medellín, en particular en los corredores viales que cruzan la comuna 7 y conectan con la comuna 13 y el sector de Robledo. Mientras la víctima permanece en la UCI del Hospital Pablo Tobón Uribe y se mantienen reservadas las hipótesis sobre los móviles del ataque, las autoridades reiteran que el esclarecimiento de este atentado es clave para entender el impacto de las viejas estructuras paramilitares y de las economías ilegales en la ciudad. Para los habitantes de La Iguaná y los barrios vecinos, el llamado es a fortalecer las denuncias y el trabajo comunitario para reducir los riesgos de nuevos hechos violentos en el noroccidente de Medellín.






