El establecimiento no acreditó su naturaleza sindical, incumplía normas de seguridad y acumulaba constantes denuncias de vecinos en la localidad de Teusaquillo
En un nuevo operativo de control a establecimientos nocturnos en Bogotá, las autoridades distritales suspendieron por diez días un bar ubicado en el tradicional barrio Galerías, en la localidad de Teusaquillo. El lugar, que funcionaba en una zona principalmente residencial, se presentaba ante las autoridades como un supuesto “sindicato”, pero acumulaba múltiples quejas por exceso de ruido y afectaciones al descanso de los vecinos. La intervención se enmarca en los controles que adelanta la administración distrital para regular la rumba nocturna y atender denuncias reiteradas de la comunidad.
Durante la visita, funcionarios de la Secretaría de Gobierno y de la Policía Metropolitana solicitaron los documentos que acreditaran la naturaleza sindical del establecimiento. La administradora insistió en esa versión, pero no pudo entregar soportes formales que lo demostraran. Tampoco se evidenciaron registros de afiliados o actas de funcionamiento como organización sindical, lo que reforzó la sospecha de que el rótulo solo era una fachada para operar como bar en medio de un barrio residencial.
En el interior del lugar, las autoridades encontraron personas consumiendo bebidas alcohólicas y una carta de licores con precios establecidos, típica de un bar abierto al público. Ninguno de los asistentes portaba carné o identificación que los vinculara a una organización sindical. De acuerdo con los reportes oficiales, la dinámica del local correspondía a la de un establecimiento de entretenimiento nocturno, con música a alto volumen y circulación constante de clientes, situación que había motivado numerosos llamados a la Línea 123 por parte de los habitantes del sector.
Otro de los puntos críticos detectados fue el incumplimiento de las normas básicas de seguridad humana. Según lo recordaron las autoridades, una visita técnica previa del Cuerpo Oficial de Bomberos de Bogotá ya había advertido sobre la falta de iluminación de emergencia, la ausencia de detectores de humo y la inexistencia de un plan de evacuación. Estos factores incrementan los riesgos en caso de incendio o emergencia, especialmente en espacios cerrados donde se reúne un número considerable de personas.
Durante el operativo, se verificó también que las ventanas del bar permanecían cubiertas con tablas y cortinas oscuras, lo que impedía la adecuada ventilación del lugar. Además de agravar el riesgo en términos de seguridad, esta condición contribuía a concentrar el ruido hacia el interior durante la noche y a dificultar la visibilidad desde el exterior. Para los residentes de Galerías, esta combinación de música a alto volumen, horarios extendidos y poca transparencia en el funcionamiento del establecimiento se había convertido en un problema recurrente.
Tras consolidar las evidencias, la Policía aplicó la medida de suspensión temporal por diez días, con base en el numeral 16 del artículo 92 del Código de Policía (Ley 1801 de 2016), que sanciona el funcionamiento de actividades económicas sin cumplir los requisitos exigidos. El mayor Sergio Moreno, comandante de la Estación de Policía de Teusaquillo, señaló que la actuación responde a llamados constantes de la comunidad y hace parte de una estrategia para proteger la convivencia y el derecho al descanso en los barrios de Bogotá.
En el operativo participaron la Secretaría de Gobierno, la Secretaría de Seguridad, Convivencia y Justicia, el Cuerpo Oficial de Bomberos y unidades de la Policía Metropolitana de Bogotá. Las autoridades anunciaron que continuarán realizando controles similares en otros sectores de la ciudad donde se haya denunciado ruido excesivo o fachadas engañosas para operar bares y discotecas. También invitaron a los ciudadanos de Galerías y de toda la capital a seguir reportando irregularidades a través de la Línea 123 o ante las alcaldías locales, con el propósito de prevenir riesgos y fortalecer la seguridad barrial.
La suspensión del bar en Galerías reabre el debate sobre cómo equilibrar la oferta de entretenimiento nocturno con el derecho al descanso en Bogotá. Mientras avanza la investigación sobre la fachada de supuesto sindicato y se revisa si el local podrá reanudar actividades, las autoridades insisten en que los bares de la localidad de Teusaquillo deben cumplir con todas las normas de seguridad, insonorización y documentación al día. Para los vecinos, la intervención representa un mensaje claro: las quejas por ruido y el uso indebido de fachadas falsas sí tienen respuesta institucional cuando se reportan por los canales oficiales.






