Conversación ocurrirá en futuro cercano según Casa Blanca
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este viernes que sostendrá una conversación con el mandatario venezolano Nicolás Maduro en el futuro cercano. La declaración se produjo durante una entrevista con Fox News, en la que el mandatario estadounidense se negó a revelar detalles específicos sobre el contenido del diálogo.
Trump aseguró tener un mensaje concreto para transmitir a Maduro, aunque evitó proporcionar información adicional sobre la naturaleza de la conversación. El anuncio se produce en un contexto de alta tensión regional, con un significativo despliegue militar estadounidense en el Caribe.
Esta no es la primera ocasión en que Trump menciona la posibilidad de establecer comunicación directa con el líder venezolano. El lunes pasado, el presidente estadounidense había anticipado que probablemente hablaría con Maduro en algún momento.
La declaración de Trump llega en medio de la Operación Lanza del Sur, un masivo despliegue militar estadounidense que incluye más de 15,000 soldados y una docena de buques de guerra en aguas del Caribe. El portaaviones USS Gerald R. Ford, el más grande de la flota estadounidense, se encuentra actualmente navegando en aguas cercanas a Venezuela como parte de esta operación.
La Casa Blanca ha informado que el presidente ha recibido briefings sobre diversas opciones para operaciones militares dentro de territorio venezolano. Sin embargo, las declaraciones recientes sugieren que la administración Trump también considera la diplomacia como una vía viable para resolver la crisis, confiando en que la presión ejercida pueda forzar a Maduro a renunciar sin necesidad de acción militar directa.
El secretario de Estado, Marco Rubio, anunció el domingo que Estados Unidos designará al denominado Cartel de los Soles como Organización Terrorista Extranjera. Esta designación, que entrará en vigor el 24 de noviembre, forma parte de una estrategia de presión máxima contra el gobierno de Maduro. Washington acusa a este cartel de estar liderado por Maduro y altos funcionarios del gobierno venezolano, quienes supuestamente habrían corrompido instituciones militares y gubernamentales para facilitar el tráfico de drogas.
Por su parte, Nicolás Maduro respondió a los comentarios de Trump manifestando su disposición al diálogo. Durante una intervención en la televisión estatal venezolana, Maduro declaró que cualquier persona que desee hablar con Venezuela lo hará cara a cara. El líder venezolano enfatizó que solo a través de la diplomacia deben los países entenderse, y que solo mediante el diálogo pueden buscar puntos en común sobre temas de interés mutuo.
La administración Trump ha mantenido una política de no reconocimiento del gobierno de Maduro, al que considera ilegítimo tras las controvertidas elecciones de 2024. Washington ha argumentado que Maduro habría cometido fraude electoral y dirige lo que denominan un “gobierno de transbordo” que colabora abiertamente con organizaciones de narcotráfico.
En las últimas semanas, las Fuerzas Armadas estadounidenses han intensificado sus operaciones en el Caribe y el Pacífico Oriental. Según reportes oficiales, han sido destruidas más de 22 embarcaciones presuntamente involucradas en el tráfico de drogas, operaciones que han resultado en aproximadamente 83 fallecidos. La Casa Blanca justifica estas acciones argumentando que Estados Unidos se encuentra en un conflicto armado contra los cárteles de la droga.
La incertidumbre sobre las intenciones reales de la administración Trump persiste. Funcionarios estadounidenses citados por medios de comunicación sugieren que el presidente es experto en mantener la ambigüedad estratégica, lo que mantiene a Maduro en un estado de alerta constante. Estas mismas fuentes indican que existe una gama amplia de opciones perjudiciales sobre la mesa.
El posible diálogo entre Trump y Maduro representa un momento crucial en las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela. La combinación de presión militar y apertura diplomática sugiere una estrategia multifacética por parte de Washington para abordar lo que considera una amenaza de seguridad nacional relacionada con el narcotráfico y el crimen organizado.
Mientras tanto, el gobierno venezolano ha convocado a la población a prepararse para una eventual lucha armada y anunció el despliegue de 200,000 militares en el territorio nacional. La situación regional permanece tensa, con múltiples actores internacionales observando de cerca los próximos movimientos de ambos mandatarios y las consecuencias que esta conversación anunciada podría tener para la estabilidad del hemisferio occidental.






