Las autoridades investigan el atropello, el linchamiento y la responsabilidad ciudadana
El conductor identificado como Mauricio Cendales Parra manejaba una camioneta campero de placas EUO040 y, al parecer, iniciaba maniobras peligrosas y agresivas sobre la vía pública, lo que generó la reacción de varios motociclistas que transitaban por la zona.
Las cámaras de seguridad del conjunto residencial Tierra del Sol, ubicadas en el barrio Tabakú, captaron el instante en que la camioneta choca contra un andén o establecimiento de comidas rápidas, mientras el conductor dio marcha atrás, rodeado de motos, según testigos que grabaron el episodio.
A partir de ese momento se desencadenó una persecución: decenas de motocicletas pitaban, se alineaban tras el vehículo, y luego lo alcanzaron en una zona residencial donde lo rodearon. En ese sitio, los atacantes usaron cascos, sillas y palos para golpear la camioneta y al conductor, hasta extraerlo del vehículo.
Según el testimonio de un motociclista que presenció los hechos, “lo cogieron a puños” fue la frase que resumió la violencia: al menos 40 personas participaron directamente de la agresión, sin que hubiera intervención o mediación inmediata para detenerla.
El conductor fue trasladado a la Clínica de Occidente con graves politraumatismos, tras lo cual falleció a las 3 a.m. del día siguiente. La Policía informó que investigan no solo el atropello inicial sino también la multiplicidad de agresores y la destrucción del vehículo.
En el escenario local de Kennedy, este incidente prende alarmas sobre la seguridad vial, la violencia colectiva y la respuesta institucional. El mandatario distrital advirtió que la tergiversación del control social puede derivar en crímenes por autotutela.
El debate central gira en torno a la tensión entre el clamor ciudadano por justicia ante el atropello y la necesidad de respetar el debido proceso, la integridad de las personas y el monopolio legítimo de la fuerza. En una ciudad como Bogotá, cada episodio de linchamiento proyecta sombras sobre la gobernabilidad.
El linchamiento ocurrido en Kennedy tras un atropello múltiple no solo dejó una víctima mortal, sino que plantea interrogantes sobre la convivencia, la justicia ciudadana y el control del espacio público en Bogotá. Las investigaciones en curso de la Policía Metropolitana y la Fiscalía determinarán responsabilidades del conductor, de los motociclistas y del entorno que permitió la progresión del hecho. Para la localidad de Kennedy y la capital, este suceso exige respuestas, impera la prevención vial y reafirma que la seguridad no puede delegarse exclusivamente al ánimo colectivo de venganza.
